U-664 - Leutnant "Apertil"

[Soulman]

Comandante, bienvenido a la 1ªFlotilla. Wilhelmshaven.

Permanezca atento y a la espera de órdenes.

 

BDU

[apertil]

Subnmarino U-664 en Wilhelmshaven.

Carga de torpedos y provisiones completa.

Barco revisado, listo para zarpar

A la espera de órdenes.

Saludos

Apertil

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[Soulman]

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[apertil]

En patrulla.

[apertil]

09:00
Terminamos de pasar revista a la tripulación. Los hombres están nerviosos. No sabemos lo que nos espera allí fuera. Ni cuanto durará. Los mas jóvenes hablan de darle una paliza a los sucios ingleses. Está muy bien el entusiasmo, pero no sé como reaccionarán bajo el fuego real. Ni yo mismo lo sé. Pero no me puedo permitir el lujo de estar nervioso. Las vidas de estos hombres están en mis manos, así como los temores y alegrías de sus familias.

10:00
La orquesta ha dejado de tocar. "larga todo, avante un tercio" Lentamente salimos del puerto. Nos acompañan destructores amigos. "Buena suerte" es el mensaje de todos ellos. Bueno no. Uno de ellos fué mas explicito "Buena caza, cabrones" Así que deduzco que el comandante de ese destructor querría estar al mando del submarino. Hmmmm nunca pensé que sería envidiado por ello. Pero pensándolo bien, salgo hacia el frente a luchar al mando de mi barco, por mis propios medios. Como los antiguos corsarios. Pocos comandantes de otro tipo de unidades tienen el puesto de semi-dios que tiene el comandante de un submarino.....¡¡¡Por Odín y por Thor!!!! esto reconforta. Algo bueno tiene que tener la responsabilidad absoluta.

12:00
Por fin estamos a rumbo. Una vez despejada la cubierta dejamos a la guardia de puente y convoco a los oficiales a una reunión. El cuadrante de patrulla es el B36 y les informo de la derrota, A rumbo 00º Verdadero hasta la altura de las Hebridas, no tengo ganas de pasar por el canal de la mancha. También voy buscando aguas profundas y la mayor lejanía posible de la costa inglesa. Se que tienen aeródromos proximos a la costa y no me apetece tropezarme con ningún avión.

A las 13:32 recibimos el mensaje del alto mando que temiamos. La guerra ha comenzado.

A las 13:59 Avistamos buque neutral, no es extraño, estamos demasido cerca de la costa Noruega.

16:00
Inmersión de prueba. La tripulación se lleva el primer susto. Pero no quiero que piensen que esto es un crucero de placer. Que sensación mas extraña cuando subes al puente después de una inmersión. La protección que te ofrece las profundidades no te la dá la superficie. Pero en realidad lo que tenemos no es un submarino. Es un barco que de vez en cuando se sumerge. En dos horas se nos va la batería, si navegamos a toda máquina. Así que seguimos muy ligados a la superficie. Dependemos de ella, y esto es una gran desventaja en el fondo. Si algún día perdemos la libertad de subir a nuestro antojo......No quiero ni pensar en ello. Aquí en el puente recibiendo el aire de cara, miramos el horizonte, que de repente se vuelve hostil. No sabemos qué hay detrás, a cada momento puede aparecer un destructor, un avión...creo que estoy histérico. Mejor voy a tumbarme.

[apertil]

18:00
A las 18:44 cambiamos el rumbo al 350º verdadero. Tiempo apacible. Sin novedad. El primer oficial me informa que los hombres parece que poco a poco se van calmando. Dos o tres padecen del mal de mar y han sido relevados del servicio.

A las 19:22 volvemos a cambiar a de rumbo al 320º

A las 19:50 anochece por primera vez en el crucero.

A las 21:00 se sirve la cena. Por ser la primera de navegación tenemos los tradicionales huevos fritos. Si fuera posible los cenaba toda las noches. La mayoria de lo hombres se los comen encima de una rebanada de pan. La yema les chorrea por lo labios.Hmmm tendré que hablar con el contramaestre para que haga observar una mínima policía en los hombres.

04 de Septiembre de 1939
A las 07:00 la guardia de puente cree haber detectado un barco. A las 07:14 ordeno inmersión para escuchar. A las 07:30 ¡¡¡Contacto Hidrofónico!!! Es un mercante. ¿Será neutral?

A las 07:48 A superficie. El mercante es inglés sin ninguna duda. Tengo la intención de atacar en superficie. De repente el mercante cambia de rumbo. Creo que nos ha descubierto. No sería extraño por que estamos plena luz del día.

A las 07:55 Inmersión. Sentado en el periscopio hago un barrido por el horizonte. No hay moros en la costa. Tengo miedo que el mercante haya radiado nuestra situación. Pero no hay incidentes valorables y a las 08:04 disparo el primer torpedo. ¡¡¡Impacto en el centro!!! pero el barco no se hunde. Ordeno Superficie y terminar de hundir el barco a cañonazos. A las 08:10 el barco se hunde. Ordeno celebrar el hudimiento con la cerveza destinada para este fin.Solo hay una botella por hombre reservada para la primera victoria. Y esta es la ocasión.

Mientras me alejo de la zona continúo en inmersión. No ha sido un hundimiento dificil. El barco iba sin escolta y esto no puede durar mucho. De momento intentaremos como sea aprovechar la situación.

A las 10:18 Segundo contacto hidrofónico. Es otro mercante. Ordeno superficie y empezamos la aproximación. El mercante va sin escolta y es considerablemente mas lento que nuestro barco; pronto es alcanzado por un torpedo. En este caso no es necesario rematarlo.

05 de Septiembre de 1939.
Después de la excitación de ayer, el día de hoy es decepcionante. Pero no todos los días vamos a hundir barcos a pares. Además hace un tiempo de perros con lo que las posibilidades de detectar algún mercante se reducen. Aprovecho para hacer varios ejercicios de inmersión sin previo aviso; las posibilidades de tropezarnos con un escolta por sorpresa son variadas. Estamos pasando por el norte de las hébridas y podríamos tener compañia. Sin embargo el día transcurre tranquilo.

06 de Septiembre de 1939

Tiempo huracanado. Llueve a mares y subir al puente se hace un suplicio. Sin embargo hay que dejarse ver. No sería buen ejemplo para la tripulación que el comandante no se moje cuando los demás se están calando. Para la moral de la tripulación la presencia de su comandante durante casi la mitad de la guardia en el puente es un espaldarazo. Sobre todo si hay que sujetarse con los cinturones: Las olas llegan con frecuencia hasta el puente.
Sin embargo me gusta ver el mar así, a pesar de los bandazos que pega la nave. El mar nos llega de través por el frente. Impresiona. El cielo de color gris plomizo sin casi visibilidad. La cara permanentemente bañada por los chorreones de espuma. Un viento cortante, frío, que casi no deja ni respirar. Pero al menos el aire es puro. El olor dentro del submarino es insoportable: humanidad sin lavar, el olor de las sentinas, de las máquinas....y de los retretes. Aquí arriba al menos el aire es puro.

Me bajo a la sala de control. Agarrandome de donde puedo me quito la ropa y la pongo a secar en la sala de máquinas. El cocinero me sorprende con una taza de café caliente...con este temporal. Increible, pero se lo agradezco en el alma. Como no hay mucho por hacer me tumbo en mi camasto.

Pienso en la guerra que acaba de comenzar. Nada mas iniciar las hostilidades dos barcos han ido al fondo. Demasiado fácil. Ojala fuera siempre sí, pero sabemos que no será así. Nos queda la verdadera prueba de fuego: Cuando tengamos que soportar los ataques con cargas de profundidad. ¿Cómo lo aguantaremos? ¿Cómo reaccionaran los hombres?

07 de Septiembre de 1939
El tiempo continúa igual que ayer. Así seguro que no hay aviones. Continuo empapándome en el puente como un niño pequeño. Me gustaría llegar cuanto antes a la zona de operaciones pero el descanso se hace difícil. Así que ordeno que al menos por turno de guardia naveguemos un par de horas en inmersión: El efecto es inmediato. Todos los hombres francos de servicio se tumban durante la navegación sumergidos.

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Recibidio. BdU

[apertil]

8 de Septiembre de 1939.

Continua el tiempo huracanado. El submarino apenas puede avanzar a mas de dos nudos en superficie so pena de ser engullido por alguna ola. Desde el puente el segundo oficial me advierte que la visibilidad es pésima. Resignado, me disfrazo de gran lobo de mar y subo al puente. Cuando logro incorporarme solo veo olas inmensas que tratan de engullirnos. Un estruendo enorme nos acompaña; el viento helado te azota la cara, "¡¡Atencion cero!!" grita el oficial de guardia, cogemos aire rapidamente y nos agachamos. La ola, interminable nos pasa por encima. El oficial me grita al oido "No se ve un carajo, mi capitán" y rápidamente "¡¡Atencion cero!!" otra vez agacharnos. En esta ocasión la ola nos cae encima. Llevo menos de dos minutos en el puente y estoy molido. ¿Cuatro horas de guardia? Imposible. Completamente empapado bajo a la sala de control y reclamo al primer oficial. "Reorganice los turnos de guardia en el puente, máximo dos horas por turno, mientras dure este huracán" Y vuelvo a subir. Le comunico la orden al segundo oficial que es el que está de guardia. Pero tarda tres minutos en poderme dar las gracias: Diríase que el mar se ha cabreado por que le hemos quitado el juguete, tal es la furia del embate de las olas. Sin embargo me fascina el mar así. Temerariamente logro asomarme por encima del puente; toda una sinfonía de grises acompaña al agua y al cielo. El barco sube y baja por las olas, no hay pausa. La cabalgata de las walkyrias sería la música adecuada para acompañar a este pandemonium. A cada momento espero ver salir a Wotan de entre las olas para llevarnos al Walhala en persona....

Media hora después estoy en la sala de control. El oficial navegante me mira. Hay rayos y truenos en su mirada; lleva dos días sin poder calcular nuestra posición. "Paciencia, Jonas. No se pueden hacer milagros" Intento que suene convincente por mas que yo también esté preocupado. Pero mi oficial es un marino de primera; si el no puede calcular nuestra posición, nadie lo puede hacer.

Decido dar una vuelta por el barco a ver qué tal lo están pasando los hombres. Me miran asombrados pero agradecidos. Su comandante se preocupa por ellos. No es solo la falta de descanso: El aburrimiento galopa a sus anchas por el submarino. Pero poco se puede hacer. Ni en el caso de que descubrieramos una presa podríamos atacarla. Aún cuando lograramos llegar a posición de tiro el mar desviaría el torpedo casi con toda seguridad. "Por estado del tiempo y del mar, imposible el uso de las armas" es el único mensaje que tiene sentido.

Recibimos un mensaje : El BDU nos comunica el paso de una gran fuerza de combate por un cuadrante muy próximo al nuestro: Velocidad de los barcos 30 nudos. ¿30 nudos? ¿Con este mar? La distancia al supuesto contacto es de casi 300 km. A la velocidad que vamos nos llevaría todo el día intentar acercarnos. Pero ese solo es el primer problema. El segundo es detectarlos, sin que te detecten antes a ti. El tercero es poder ponerte en posición de disparo, en inmersión...pero a cota periscopica las olas sacan al barco a la superficie..Definitivamente es un sucidio intentar acercarse y por otro lado me interesa llegar cuanto antes a mi zona de operaciones. Ordeno seguir al rumbo actual. Al menos durante diez minutos hemos jugado a la guerra. Otra cosa no podemos hacer.
9 de septiembre de 1939

El tiempo no mejora. A las 10 de la mañana ordeno inmersión. Tenemos que descender 60 metros para que el barco deje de "bailar" Aparece el cocinero para preguntarme cuanto durará la inmersión: Si estamos 3 horas tranquilos podrá preparar comida caliente. Se me hace la boca agua solo de pensarlo. Acepto la "sugerencia" aún cuando pienso que después de comer habrá que subir a superficie. Vaya digestión que nos espera.

Por la tarde parece que el huracán ha remitido un poco. Al menos la guardia de puente no está bañada de continuo y pueden mirar con los binoculares. Sin embargo mas de 3 nudos no podemos hacer en superficie. Si seguimos así tendremos combustible eterno.

Son las cinco de la tarde pero ya es de noche, tan al norte que estamos. Si la visibilidad durante el día es penosa por la noche ya ni existe. Vemos la proa del barco a muy duras penas. Podríamos pasar al lado de toda la flota inglesa sin darnos cuenta. Bajo a la sala de control. El barco está razonablemente caliente. No se está mal. Decido tumbarme en mi camastro. Desde mi posición puedo ver al operador de radio atento a las ondas, es el único de a bordo que tiene contacto con el exterior, que sabe que no estamos solos en el mundo. Desde la sala de control me reclaman; El segundo oficial pide permiso para sumergirnos por falta de visibilidad. Caras de ansiedad por toda la sala. Una sonrisa malévola me asoma por el rostro: ¿Deniego el permiso a ver qué cara ponen? Dejo pasar un buen rato haciendo como que estoy pensando. Me apoyo en la mesa de los mapas. Cojo un compás como si estuviera calculando algo importantísimo, aunque en realidad estoy conteniendo la risa a duras penas. Cuando me incorporo los rostros muestran resignación cristiana. "Esta bien, Ordene inmersión segundo oficial." Ser un poco cabroncete son privilegios del mando ¿O nó?

[apertil]

10 de Septiembre de 1939.

Mar arbolada. En realidad debería decir "esto es una batea" pero me contento con poner en el diario de operaciones "arbolada" La realidad es que el tiempo sigue impidiendonos el uso de las armas. Cielo cubierto, gris plomizo, apenas deja ver el sol, no hay mucho por hacer, excepto llegar al area de operaciones. Rutina y nada mas que rutina. Las horas del día pasan lentamente. A eso de las 16:00 subo al puente. Las olas no llegan casi a alcanzarnos, pero de todas maneras hay que usar el cinturon de seguridad. Los bandazos del barco son bastante fuertes. Por fin llevamos una velocidad como las personas: 5 nudos. Hace dos días esto era impensable.

Lentamente, apoyado en la barandilla del puente, con el fragor del mar como fondo, la sensación de soledad se apodera de mi mente; donde mires solo olas y vacio. A cada minuto esperas que surja algo del horizonte. Pero pasan las horas y nada se ve. Nadie nos acompaña. Solo el peligro y la realidad del "apáñate tu mismo, Nadie te ayudará si tienes problemas" Un indescriptible terror a quedar sobre las olas contemplando el lugar donde se ha hundido tu barco, agarrado a un madero, condenado a muerte por hambre o sed o tragado por el mar.

Un chorreon de agua me devuelve a la realidad. El frio viento me corta la cara empapada pero no bajo. Lentamente paseo hasta el montaje antiaereo; casi no dejamos estela que se confunde con las olas. El ulular del viento en mis oidos me reconforta, me retrotrae a las tardes en tierra paseando por la orilla del mar, con los pies descalzos bañados por las olas que llegan a la orilla. Me queda el sabor del mar, su olor que inunda mis pulmones, la canción del mar rompiendo contra la playa, en su recital eterno que suena a vida..debo ser de los pocos comandantes que dedican la mayor parte de sus horas a estar en el puente entregados a sus pensamientos. Y parece que a los vigias ya no les incomoda: al principio mi presencia les parecía inquisidora. Ahora piensan que me falta un tornillo. No sé si alegrarme o no.


11 de septiembre de 1939.

La mar sigue encrespada. El sol se vé a ratos. El oficial navegante por fin ha podido situarnos en el mapa, no le escucho lo que dice...Ah! está cantando. Mejor. Subo al puente. El segundo oficial está de guardia. "Benn ¿Que opina ud de la guerra? ¿Cree que la ganaremos?" Ninguno de los dos somos del partido. En realidad ninguno de mis oficiales está embebido por la doctrina nazi así que se puede hablar con cierta libertad. "No lo sé mi comandante, En la Gran Guerra pudimos ganar, pero la ayuda norteamericana hizo mucho por cambiar las cosas, espero que esta vez no ocurra lo mismo" El hombre tenía razón. Poco antes de partir, "El Gran León" me advirtió que tuviera mucho cuidado con los posibles barcos neutrales si entrábamos en guerra, en particular con los americanos. "No queremos otro "Lusitania" Comandante Apertil, téngalo presente"
La preocupación de Dönitz era comprensible. Estados Unidos era un monstruo al que debíamos evitar a toda costa. Y algo no estaba claro. La radio informó que el barco Inglés "Athenia" se había hundido debido al choque de una mina y no, como aseguraban los ingleses, torpedeado. Parece ser que había civiles a bordo y que habían muerto varios. La noticia dejaba bien claro que Inglaterra consideraba repsonsable del hundimiento del barco a un submarino Alemán. No me lo creo. El mando nos dejó muy claro que en el caso de barcos de pasajeros nos debíamos de atener al "Reglamento de presas marítimas" que obligaba a parar y registrar estos barcos y en caso de llevar contrabando de guerra hundirlo, cuidando de que a la tripulación no le pasara nada. Y de los ingleses me espero cualquier cosa. Así que no creo que ningún submarino aleman torpedeara al "Athenia" con las consecuencias que esto llevaría. Ni yo quiero ser el primero que hunda un "Lusitania"

[apertil]

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