Una tripulación peculiar.Incidente de la esclusa.

Foro dedicado a relatar y comentar las patrullas single y multiplayer del Silent Hunter III

Moderador: MODERACION

Responder
silverman
Stabsbootsmann
Stabsbootsmann
Mensajes: 310
Registrado: 29 Ago 2011 01:44
Ubicación: Barcelona (España)

Una tripulación peculiar.Incidente de la esclusa.

Reflexiones sobre la 1ª Patrulla con el Mod Linving Silent HunterIII 5.1 para el SH3

Muy buenas camaradas. ::kaleun:

Tras la primera exitosa patrulla y con 16.000 TRB en el zurrón, tuvimos tres semanas de merecido descanso en la base (nos quitaron los permisos, ya lo explicaré luego). Somos sabedores que nuestro éxito con un modesto U-boote tipo IIa no le ha sentado bien a más de una autoridad en la Kriegsmarine.

Todo viene de lejos. Resulta que servidor, Alférez de navío Johannes Smith Rot, ya hace años que deseaba cursar la carrera de ingeniería Naútica, pero como no era hijo de papá ni simpatizante del partido nazi, curiosamente no obtuve plaza aún después de aprobar los exámenes de acceso. Enrolado como suboficial en el Crucero Emden pude al menos satisfacer mis ansias marineras.

Tras la llegada al poder del partido nazi y sus fantoches, fue relativamente fácil ascender en la escala en pocos años y llegar a oficial. Sin duda dieron un gran impulso a las fuerzas armadas. Se puede decir que todo me iba bien, oficial de suministros e intendencia, soltero vocacional y vida sin complicaciones. Pero un mal día se me cruzó Olga en mi camino, lo pasemos bien, lo típico, un par de invitaciones a cenar, tres al cine, y como colofón noche triunfal en la cual por fin clavé la pica y no precisamente en Flandes.

El problema vino en que la muchacha empezó a hacer planes de boda y demás, y mira que se lo dejé bien claro, en fin, que la libertad de un hombre no tiene precio y para qué contentarse con tener una flor con la gran cantidad de jardines que hay por regar. El problema derivó en crítico cuando va y resulta que es la hija de un Almirante, ya podía haberlo dicho antes la muy ladina, eso no se le hace a un marino.

Yo no deseaba para nada entrevistarme con el ofendido y engalanado padre, encima la familia era católica, con la iglesia hemos topado, no me convenía para nada, pero entre Olga y su madre me tendieron una vil encerrona y en estas que me veo en el domicilio de la susodicha con el ínclito y -según él- mancillado padre, en traje de gala, más anclas y botones que en el buque-escuela Gorch Fock y tan estirado y firme que parecía llevar metido un palo por el culo. :shock:

--¿Es usted el cafre que ha desgraciado a mi hija? -- ::locualo: Me suelta así el tipo de sopetón, empezamos bien. Como comprenderán servidor se quedó más parado que un Koala congelado, su mirada era de loco y yo no veía dónde esconderme. Olga había abandonado furtiva y cobardemente la estancia. Hasta los muebles se habían puesto firmes. Me llené de valor y le solté:

--Mire Vuecencia, yo no he desgraciado a nadie, su hija ya estaba desgraciada...--Era la verdad pero la fastidié del todo, aquello le sentó peor que una lata de garbanzos podridos. Cuando le vi regresar con la Luger y montando el cargador, me dije que más vale marino en fuga que marino muerto, así que salí de allí más raudo que Bob Beamon en las Olimpiadas de Berlín. Llegué a oir tres o cuatro tiros por el hueco de la escalera y algún lamento, y ya en la calle otros tantos pero más lejanos. Menos mal que era de noche y llevaba el uniforme de diario, si llego a ir de blanco hubiese sido un idem muy fácil.

El escándalo fue mayúsculo, resulta que en su persecución tiró por la escalera a una vecina anciana a la cual yo esquivé por los pelos; la buena señora era la madre de un diplomático -era un barrio pudiente- y se rompió la cadera. Ya en la calle le pegó un tiro en las posaderas al sereno que efectuaba la guardia, es curioso, la gorra y el uniforme de este hombre parece ser que le hizo confundirlo conmigo.

Total, supongo que le metieron una buena reprimenda al Almirante y lo destinaron al servicio de dragaminas según creo, mi inminente ascenso a Leutnan Zur See quedó anulado sine die y a mi me mandaron al arma submarina. Yo no niego el valor de esos trastos subacuáticos en la guerra moderna, pero eso de ir dentro de una lata con olor a pedo no me place, no hay nada como la brisa marina acariciándote continuamente la jeta, pero como lo sabían lo hicieron para fastidiarme. Supongo que mi pasado en asociaciones sindicales y en el partido socialista no me ayudaron mucho, como tampoco ayudaba mi nombre (Rot en alemán significa "rojo"); mi abuela decía que hay quien nace con estrella y quien nace estrellado, adivinen a que grupo pertenezco.

Tras la pertinente aclimatación a los nuevos cometidos, me dan el mando del U-2, el peor cascajo submarino de toda la flota. Era un barco del tipo IIa utilizado en la instrucción, fue el primero de su clase y estaba lleno de averías. Y con una guerra en ciernes. ::hips:

Por si no bastase, el U-2 fue utilizado como destino de castigo para todos los marinos que habían cometido algún delito o falta no merecedora del pelotón de fusilamiento, de modo que mi tripulación no era precisamente lo mejor de cada casa. ::glubglub: ::paz: ::mar: ::yeah: ::pirat: ::je: ::bah: ::hips: ::fence:

Muchos habían cometido robos, fraudes, habían insultado al Furher o al partido, o habían estado en el lugar inadecuado en el momento inadecuado. Hasta me metieron a uno que había violado a una niña, parece ser que como era judía le conmutaron la pena capital, desgraciadamente para él en los primeros ejercicios de disparo subacuático la compuerta del tubo lanzatorpedos nº 1 le "enganchó" la cabeza al cerrarlo, decapitándolo. Como la cabeza quedó dentro del tubo cerrado, los operantes de los tubos parecían no saber nada ::yono: y aquél ya estaba inundado con el torpedo dentro, decidí dispararlo que lo primero es la misión, y el tipo al fin y al cabo ya estaba fiambre.

Después caimos en la cuenta que sin cabeza faltaban pruebas, de modo que solventamos tirar el resto del cuerpo al mar y ya apañé yo el diario, escribiendo que un golpe de mar se lo llevó por la borda. Teniendo en cuenta la catadura moral del sujeto, desistí de iniciar una investigación. Juremos todos por la honra de Alemania y por la leche que nos dieron, que aquél suceso nunca saldría de los labios de los 22 tripulantes. Aquel acto nos hizo camaradas hasta la muerte. ::drunk:

En la base nos escatimaban todos los materiales que les pediamos para acondicionar la nave, todo eran excusas y retrasos. Yo sabía que la intendencia hacía esto adrede, recibían órdenes, arriba deseaban vernos muertos. Sólo nos daban lo peor que había en el arsenal. Esto lo solventamos de dos maneras : Una gracias a la solidaridad de otras tripulaciones de U-Boote, cuando necesitábamos una nueva bomba de achique por ejemplo, le decía yo al comandante de otro U-Boote que pidiese dos, y después ellos nos daban una. La otra manera era menos correcta pero asimismo efectiva, el robo.

Entre nuestra ilustre tripulación teníamos al marinero Hans Wulff, considerado uno de los mejores revienta-cerraduras de Hamburgo, o al Sargento Udo Böhm, un experto escalador y no precisamente de montañas. Contábamos también con cinco expertos rateros de coches, otros especializados en robar en edificios, tres estafadores, dos escapistas, un falsificador etc. Con tales cualidades entre mi elenco a bordo, hubiera sido un crimen no aprovecharlas. En poco tiempo nos sobraba material y de la mejor calidad. En el arsenal empezaron a mosquearse cuando empezaron a desaparecerles maquinaria y repuestos varios, aunque sospecharon nunca nos pillaron.

Yo falseaba los informes de las pruebas; gracias a las válvulas y pistones nuevos que el equipo del Unterofficer Udo Böhm nos consiguió, logremos que el U-2 alcanzase los 13 nudos en superficie, cuando antes apenas rebasaba los 11. En el informe que envié a la OSAT declaré que debido a las deficiencias de los diesel la nave no excedía de 11,25 nudos. Y todos contentos.

Sin embargo lo más problemático era el asunto de los torpedos. Ya sirviendo en los buques de superficie, había manifestado mis dudas sobre la fiabilidad de nuestras anguilas. Era claro que en ocasiones no seguían su rumbo trazado, algo fallaba, pero nadie lo tomó en cuenta. Los torpedos son un arma muy cara y sofisticada, pero merece la pena el esfuerzo en que al menos sean fiables, para ir a una guerra con un fusil defectuoso es mejor ir con una espada o un garrote.

El Alférez Silberschatz tenía casi el título de ingeniero, -ciertos percances fruto de su afición a la juerga le impidieron graduarse- y aparte de confirmarme que los giróscopos eran defectuosos, resulta que las espoletas, especialmente las magnéticas, fallaban más que una escopeta de ferias. Comuniquemos esto al Jefe del arsenal, pero como es normal no nos hicieron ni caso. En tiempos de paz, en las maniobras se utilizaban los torpedos con las espoletas anuladas, de esta forma tras utilizarlos pueden recuperarse -la flotabilidad de un torpedo es positiva, de forma que cuando se les acaba el combustible flotan- y así volver a utilizar tan caro elemento.

Pero las espoletas pueden probarse en vacío o fuera del torpedo, como nosotros hicimos, comprobando que al menos una de cada tres veces las de contacto no estallaban. Y las magnéticas todavía fallaban más. Al final entre Silberschatz y nuestros mecánicos el Sargento Kohlheim y el cabo Fritzmayer consiguieron lograr que funcionasen, aunque algunas partidas de ellas -concretamente las manufacturadas en Ulm- no tenían remedio. Estas las deshechábamos.

Gracias a lo anterior, de los cinco torpedos que lancemos en la primera patrulla estallaron todos correctamente mandando al fondo a cuatro despistados mercantes británicos. En los primeros informes del resto de U-Bootes, se relataban demasiados casos de torpedos que no estallaban al chocar con el blanco, o de otros lanzamientos fáciles a corta distancia que incomprensiblemente no habían dado resultado alguno. O de explosiones prematuras de los ingenios. Nosotros comentemos la verdad, pero aparte de algún que otro Kaleun, nadie nos creyó. Tampoco podiamos decir toda la verdad, pues a las espoletas hechas en Ulm le dábamos el cambiazo sustrayendo la de otros torpedos del arsenal... ::yono:

Como sospechaban de nosotros, nos metieron a bordo un oficial de la oficina mayor de intendencia del cuerpo general de la armada, en realidad un sabueso de asuntos internos para vigilarnos. El primero que nos metieron no era mal tipo, le droguemos alguna vez el café cuando debiamos hacer algo "heterodoxo" a bordo, pero nada más. El segundo en cambio era uno de esos nazis convencidos que se creen los amos del mundo, de forma que el sabueso padeció un accidente y se cayó por la borda en medio de un temporal con rachas de viento de más de 60 Km/hora. Dio su vida por la patria, que era justo lo que decía querer.

Apañado el informe convenientemente, a continuación nos mandaron a otro sabueso, peor que el anterior si cabe y con un tufo a Gestapo que tiraba para atrás. Este también se cayó por la borda, un infortunado golpe de mar, se le olvidó atarse el cinturón de seguridad de la torreta. En realidad nadie se lo indicó tampoco, pero ya apañé yo el informe. les dije que los U-boote no eran barcos adecuados para oficinistas chupatintas por muy oficiales que fuesen, eran torpes por naturaleza y siempre terminaban por caerse por la borda. Después de esto ya no nos mandaron más fisgones. :mrgreen:

A un psicópata que nos metieron a bordo por haber matado a su abuela, lo utilicemos como blanco de tiro antiaéreo. Resulta que entre un grupo bajo la batuta del Unterofficer Löwe, aficionado a las maquetas, cometas y artilugios afines, fabricaron una cometa gigante de tres metros de envergadura, de modo que atando al psicópata como un Cristo en ella, y largándola con hasta cien metros de soga, efectuemos unos muy necesarios ejercicios de disparo antiaéreo con el cañón Rheinmetall de 20 mm. Comprobemos que era difícil esto de acertarle a algo en el aire, y ya informé yo que la cadencia de unos cuatro disparos por segundo del mentado cañón sería insuficiente contra la aviación moderna. De nuevo no me hicieron ni caso y tuve que amañar otro informe, el psicópata también se cayó por la borda.

Tantos incidentes mortales no podían pasar inadvertidos, éramos el barco de la flota que más gente perdía por la borda, ni el Scharnhorts con sus 1.800 tripulantes a bordo perdía tanta gente. Yo me defendía como podía alegando que me mandaban a lo peor de la marina -lo cual era verdad en cierto sentido- pero fue el prematuro estallido de la guerra lo que impidió seguramente mi baja definitiva de la Kriegsmarine, al menos embarcado.

Decididamente cuando regresemos a Kiel con la noticia de cuatro mercantes hundidos, no les debió sentar muy bien. El aquí suscribiente, sabedor de que no lo creerían, -uno ya es perro viejo- tomé las medidas pertinentes con antelación. Como teníamos entre la tripulación al marinero "pajarraco" Bauer, aficionado a la fotografía especialmente de aves, nos agenciamos una buena cámara Zenith y Bauer la adaptó para fotografiar la imagen del visor del periscopio cuando conviniese. Reveló los carretes en tierra, y así pudimos presentar las fotografías de los hundimientos, aparte de una gorra de marinero perteneciente a cada mercante hundido. También confisquemos en nombre de la Kriegsmarine tres botellas de buen Whisky escocés, en el abordaje efectuado al mercante más grande, el cual no se hundió con el primer torpedo que le metimos. Pero esto no lo presentemos a la comandancia.

Las pruebas eran irrefutables, el por entonces Kommodore Doenitz se maravilló de la calidad de nuestras fotografías, no sabía que estaban hechas con la cámara que el marinero "Houdini" Wuff le había birlado de su despacho. Sin embargo, tuvimos un incidente con los funcionarios que operaban una de las esclusas del canal de Kiel en Brunsbuttel que empañó nuestra exitosa misión.

La culpa en el fondo no era de aquellos funcionarios, resulta que nadie de la oficina naval les había informado de nuestra posible presencia allí, no les constábamos en sus listas. Así que cuando embocábamos la esclusa abierta, uno de los operarios cerró abruptamente las compuertas al no tener registrado el numeral U-2. Ciamos a toda máquina pero aún así nos estampemos contra la dicha compuerta a unos escasos 2 nudos, abollándose un poco el casco. El Bootsmann "vizco" Mandel, quien dirigía la navegación desde la torreta, no se molestó ni en saludar a los de la caseta de control, para él un funcionario no posee mucha más categoría que una pulga, lo cual fue un error.

Yo estaba durmiendo en mi catre tras 10 horas de guardia, y como ya estoy harto de atravesar el canal, les dije a Mandel y al Alférez Silberschatz, mi segundo de a bordo, que no me despertasen al llegar. No podía imaginar que una operación tan simple como esperar a que se pusiese verde el semáforo de una esclusa, pudiese originar el zapitoste que se formó.

Cuando por fin logré subír a la torreta -tardé lo mio pues me habían hecho "la petaca" en el catre y eso es otra historia- el trozo de abordaje del U-2 había tomado al asalto la caseta de control, cuatro funcionarios nadaban por el agua, otros tantos se retorcían en el suelo victimas seguramente de los "chinazos" propinados por el tirachinas del marinero "RobinHood" Bunzer el cual estaba apostado en la torreta como francotirador, y otros dos ya habían sido maniatados de pies y manos y yacían también en el suelo. Por lo visto, los operantes de las otras esclusas habían acudido en auxilio de sus compañeros. Al que parecía ser el jefe pues chillaba más que una mona en celo, lo habían descalzado y sustraido sus calcetines, los cuales hechos una bola se los habían colocado en la boca para que no despertase a todo el puerto. La palanca de accionamiento de la esclusa estaba en posición de abertura y fijada con una soga. El Bootsman "Bizco" Mandel tuvo la desfachatez de cuadrarse ante mi presencia e informarme de la situación; había perdido la gorra y el puro que mordía estaba ridículamente retorcido y roto.

--"!SUSORDENES HERR KALEUN¡" "SIN NOVEDAD EN LA ESCLUSA; bueno, a decir verdad hemos tenido algún problemilla, pero como puede ver ya tenemos la situación controlada y la via libre"

--¿CONTROLADA? -le repliqué airadamente- ¿DESDE CUANDO ASALTAMOS ESCLUSAS? ¡Es usted un completo imbécil!

--Ehhuu, pues Herr Kaleun es muy hábil -respondió sin descuadrarse- hay que ver lo rápido que se ha deshecho de la petac..."quioeicir", lo rápido que se ha despertado y subido arriba...

Puse orden, ordenando a Bunzer de que dejase de lanzar tuercas y bajase el tirachinas, y me disculpé lo que pude ante los funcionarios, pero estaban muy alterados y no se podía razonar, de modo que ordené subir todos a bordo y tirar avante a toda aprovechando la abertura forzada de la esclusa y que más operarios del puerto corrían alarmados a la zona. La retahila de insultos y maldiciones que dejamos atrás era comparable a la de un grupo de gitanos recién timados. El que los componentes del servicio de vigía en la torreta se despidiesen bajándose los pantalones y enseñándoles ostensiblemente el trasero no ayudó mucho.

Cuando casi a la medianoche alcancemos el extremo opuesto del canal en Kiel, yo ya suponía que los operarios estarían informados y alertados del incidente de Brunsbuttel, y probablemente habría un pelotón de la Gestapo para detenernos, como así fue.

De manera que en inmersión -está prohibido sumergirse en el canal, pero ya no venía de esto- nos colemos detrás de un mercante a unos 25 m por su popa, fue una maniobra difícil por las turbulencias de su hélice, pero pudimos solventarla.

Al presentarme la mañana siguiente a llevar el informe a la oficina de la flotilla, se extrañaron pues nos suponían arrestados por la policía. Llamaron a Kiel y les dijeron que todavía estaban esperando la arribada allí del U-2. :mrgreen: El tio Doenitz entró en cólera y menuda bronca me metió, menos mal que las fotos de los cuatro mercantes hundidos lo calmaron. Apaciguó los ánimos de las autoridades civiles de Brunsbuttel y de la Gestapo cuando se presentó más tarde en la base, asegurándoles que seríamos convenientemente castigados y que ante la escasez de medios, nuestro concurso activo era vital para la Kriegsmarine.

Es evidente que no contábamos con la simpatía de nadie. Nos castigaron sin permiso en tierra, de modo que aproveché las siguientes tres semanas en reparar y repasar el U-2 y en disciplinar más a la dotación. Por unos días fuimos la de mayor tonelaje hundido, y eso con el U-boote más viejo de toda la flota. Pero nos consideraban un peligro, tanto a flote como en tierra.

Pues este era el panorama antes de partir para nuestra segunda patrulla ya comenzado octubre de 1.939. Pero eso ya formará parte del siguiente capítulo.

Saludos cordiales camaradas. ::kaleun:
Última edición por silverman el 04 Oct 2011 00:10, editado 3 veces en total.
Imagen
Flashdead
Leutnant zur See
Leutnant zur See
Mensajes: 377
Registrado: 08 Sep 2007 02:00
Ubicación: Barcelona, Venezuela.

Re: Una tripulación peculiar.Incidente de la esclusa.

::plas: ::plas: ::plas: ::yupi: ::yupi: ::yupi: Magnifico relato ya espero el proximo capitulo con las palomitas de maiz calientes y con mantequilla, esto esta mejor que en el cine ::meparto: ::meparto: ::meparto:
VALOR, HONOR Y GLORIA!!!
 
Sarg-Garcia
Korvettenkapitän
Korvettenkapitän
Mensajes: 918
Registrado: 16 Abr 2007 02:00
Ubicación: Berlin

Re: Una tripulación peculiar.Incidente de la esclusa.

De: U-123
A: U-2

Nos vemos en el Kit Kat Club de Hamburg uno de estos dias.
Suerte.

Imagen

Saludos y gute Jagd !
Imagen
"Ich bin hier und Du bist mein Sofa" FZ
silverman
Stabsbootsmann
Stabsbootsmann
Mensajes: 310
Registrado: 29 Ago 2011 01:44
Ubicación: Barcelona (España)

Re: Una tripulación peculiar.Incidente de la esclusa.

Gracias por los ánimos camaradas, está en proceso el informe de la segunda patrulla. :D Ante la "peculiar" ideosincrasia que ostentamos la tripulación del U-2, el dicho proceso suele tardar más de la cuenta, pues aparte del informe "real" que aquí suscribo, debo completar el informe oficial convenientemente "edulcorado" para la comandancia de la 1ª flotilla en Kiel. ::yono: Estos burócratas no tienen sentido del humor ni entienden cómo ganar una guerra.

Del U-2 al U-123 : Humm, habrá que visitar ese Kit Kat Club de Hamburg, veo un par de poderosas razones para hacerlo; sólo espero que tras la visita de mi tripulación pueda continuar con su actividad. Suerte camarada ::drunk:

Comandante Flashead, vaya Usted preparando las palomitas. ::coc:

Buena proa. ::cap:
Imagen
Responder

Volver a “PATRULLAS SHIII”